La exposición 'Chez Matisse. El legado de una nueva pintura', en CaixaForum Madrid - ¡Zas! Madrid
Chez Matisse se podrá visitar hasta el 22 de febrero de 2026
«El arte moderno es un arrebato del corazón»
La exposición Chez Matisse en CaixaForum Madrid proviene del Centre Pompidou, e incluye cuarenta y seis obras de Henri Matisse (con un recorrido por todas sus épocas) y cuarenta y nueve de otros artistas del siglo XX, entre los que se encuentra August Macke, Natalia Goncharova, Alexej Von Jawlensky, Barnett Newman, Pierre Bonnard, Sonia Delaunay, Baya o Le Corbusier


La pintura de Matisse destaca por su idea explosiva del color. El color parece ser el protagonista, en principio, de sus cuadros. Pero sus cuadros son también las recreaciones de atmósferas y las composiciones arriesgadas. En los años cincuenta, sus collages transformaron la idea del espacio pictórico. Toda su trayectoria estuvo llena de investigaciones plásticas que convirtieron su obra en un referente (la casa del arte moderno, frecuentada por artistas de distintas generaciones y tendencias, de ahí el título, Chez Matisse).
Un autorretrato, un paisaje de París y dos bodegones, realizados entre 1900 y 1902, son el testimonio de los inicios de la trayectoria de Matisse bajo la influencia de su maestro, Gustave Moreau. El año 1904, representa un cambio de rumbo, con un tratamiento plástico basado en la fragmentación de la luz y la correspondencia entre el tema y la belleza de la forma.
Posteriormente, el descubrimiento de las artes no occidentales y el primitivismo permiten a Matisse enfrentarse al canon establecido.
En los años de la Primera Guerra Mundial, la paleta vuelve a la oscuridad. Matisse define un espacio íntimo e incorpora el motivo de la puerta y la ventana, exterior e interior que muestran encuadres imposibles.


Durante la irrupción del cubismo en 1908, Matisse se convierte en testigo privilegiado y punto de encuentro para la vanguardia parisina al recibir en su hogar a destacados artistas del momento. En 1914, crea Porte-fenêtre à Collioure (Puerta-ventana en Colliure), una obra clave que marca su primer acercamiento al concepto de «negro luz» utilizando planos cromáticos intensos que anticipan nuevos caminos en su pintura.
A finales de 1917, Matisse se traslada a Niza. En esta etapa sus cuadros muestran escenas de interior con modelos femeninos que le permiten explorar la relación entre figura y espacio.
En la década de 1930, Matisse viaja a Estados Unidos y a Oceanía. Simplifica el dibujo y lo despliega en el espacio.
La muestra Chez Matisse se cierra con una reflexión sobre el papel de la obra de Matisse como inspiración de la nueva modernidad, el arte pop y las formas poscoloniales en la pintura, el vídeo y el cine. En este apartado destaca la obra de la videoartista rusa de origen argelino Zoulikha Bouabdellah.
En general, hay que tener presenta que esta exposición también muestra el valor de lo decorativo en la obra de Matisse. El propio artista declaró: «Lo decorativo es algo extremadamente valioso para una obra de arte. Es una cualidad esencial. No es peyorativo decir que las pinturas de un artista son decorativas. […] La esencia del arte moderno es formar parte de nuestra vida. Un cuadro en un interior propaga a su alrededor, a través de los colores, una alegría que nos aligera».


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