Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image

¡Zas! Madrid | November 26, 2025

Scroll to top

Top

No Comments

Loreto Casado hace una nueva traducción del 'Manifiesto del surrealismo', de André Breton - ¡Zas! Madrid

Loreto Casado hace una nueva traducción del ‘Manifiesto del surrealismo’, de André Breton
Emilia Lanzas

«Yo recordaría los tres pilares en torno a los que gira la apuesta del surrealismo: libertad, amor, poesía»

Loreto Casado ha sido Profesora Titular de Filología Francesa, en la especialidad de Literatura del siglo XX, ejerciendo como docente en diferentes universidades (Valladolid, Nantes, Berlín, Sevilla, País Vasco). Se doctoró con una tesis sobre Julien Gracq y ha escrito numerosos artículos sobre el lenguaje poético de autores como Reverdy, Breton, Aragon o Bataille. Es asimismo autora de traducciones de obras vinculadas al surrealismo como Memorias de un amnésico, de Erik Satie o Tratado de estilo, de Louis Aragon. Acaba de publicar Manifiesto del surrealismo. Cien años después, en la editorial Akal.

Han transcurrido cien años desde la publicación del Manifiesto del surrealismo (1924), de André Breton. ¿Por qué has considerado necesaria una nueva traducción?
Las versiones anteriores del Manifiesto del Surrealismo contenían errores importantes de traducción de lengua y cultura. Se hacía necesario, además, la introducción de notas que resolvieran al lector la comprensión de un texto de carácter filosófico y poético de acuerdo con los planteamientos de escritura perseguidos por el propio Breton desde su propuesta surrealista en 1924, que, un siglo más tarde requería ser documentada.

«Las versiones anteriores del Manifiesto del Surrealismo contenían errores importantes de traducción de lengua y cultura»

¿Qué representa lo que Breton llamó el “espíritu nuevo”, y que supuso el origen del surrealismo?
El “espíritu nuevo” estaba en el horizonte creativo de las vanguardias de principios del siglo XX. Apollinaire pronuncia una conferencia con ese título en 1917 y André Breton subraya las diferencias con el poeta, a quien considera aún anclado, en parte, en la tradición. El espíritu “nuevo” del surrealismo, demasiado cercano en este aspecto al dadaísmo, aunque superándolo, reivindica una ruptura total con antiguas formas en todas las esferas de actuación del ser humano y el pensamiento de su condición.

El surrealismo no puede considerarse como un ismo literario o una vanguardia más. En la introducción indicas esta particularidad, y defiendes que el Manifiesto «invita a una transformación de la sociedad». ¿Qué comporta esta revolución?
La transformación de la sociedad a la que invita el surrealismo se comprende dado el momento histórico en que surge el movimiento: la reacción en contra de los valores de una civilización que ha abocado en la primera guerra mundial y la proximidad del triunfo de la revolución en Rusia. Por un momento se piensa que se puede cambiar el mundo, como pensaba Marx, y desde un enfoque poético, que se puede cambiar la vida de acuerdo con Rimbaud.

«Sólo la imaginación me indica lo que puede ser…», «que la gente se calle cuando deje de sentir», «creo en la resolución futura de estos dos estados en apariencia tan contradictorios como son el sueño y la realidad, en una especie de realidad absoluta, una superrealidad… » . He entresacado estos textos del Manifiesto, entendiéndolos como fundamentales en la apuesta vital del movimiento junto a la preeminencia de la poesía. ¿Estás de acuerdo o subrayarías otros principios por encima de ellos?
Los textos entresacados son fundamentales ya que hacen referencia al poder de la imaginación y de la sensibilidad que están en la base de una concepción de una “surrealidad”, que eleve el tono vital de la “realidad” limitada, racional, privada del sueño y el deseo, subyugada a la condición meramente social del individuo. Además de estos principios, pero coincidiendo con ellos, yo recordaría los tres pilares en torno a los que gira la apuesta del surrealismo: libertad, amor, poesía. No se formula así en el Manifiesto pero marcan definitivamente la actividad y pensamiento definido por André Breton.

Acentúas el carácter ético del Manifiesto, ¿dirías que también moral?
Por supuesto que acentuaría el carácter moral de Manifiesto. Ese era el componente que convencía por ejemplo a Buñuel cuando se reunía con el grupo. Observaba así que se trataba de un compromiso, de integridad, de coherencia con las convicciones que se predicaban. Esa seriedad llevó a que se tachara a Breton de dogmático y “papa del surrealismo” pero detrás de esa autoridad estaba la firme creencia en la aventura emprendida.

El surrealismo tiene un fuerte componente de posición política, ¿hasta qué punto crees que el anarquismo o el comunismo conformaron su esencia?
El surrealismo tiene, evidentemente, un fuerte componente político. No podía ser de otra forma. Como he dicho más arriba las circunstancias en que nace le hacen coincidir con el anarquismo y el comunismo. Con el anarquismo siempre mantendrá una simpatía. Con el comunismo es diferente. El periodo de militancia fue muy breve, y a ello siguió una clara condena de los postulados soviéticos.

En el libro escribes de los surrealistas españoles de la época. Muchos viajaron a París y conocieron a Breton. ¿A quién o quiénes destacarías?
Con respecto a los surrealistas españoles hay que citar por encima de todos a Picasso, en París antes del Manifiesto, faro y ejemplo de realización en el proyecto, según afirma Breton. Después de él, y a pesar del distanciamiento, está Dalí que encaja en el programa a través de su “paranoia crítica” que interesa por su tratamiento del inconsciente; su obra da muestras de una lucidez surrealista sin igual. Lo mismo sucede con Buñuel y su cine, que acapara todo los que puede pensarse como aportación del movimiento en este terreno artístico. En la pintura además de Dalí está Óscar Domínguez y desde una óptica más poética Miró. Los escritores que llegan a París se situarán entre el Viejo y Nuevo Mundo y con evoluciones diferentes hay que recordar a José María Hinojosa, Juan Larrea que entran en contacto con Cesar Vallejo, Cesar Moro, y en la misma línea y entre continentes, Eugenio Granell, Octavio Paz.

«Con respecto a los surrealistas españoles hay que citar por encima de todos a Picasso, en París antes del Manifiesto, faro y ejemplo de realización en el proyecto, según afirma Breton».

La actualidad del surrealismo parece patente dados los numerosos grupos surrealistas que existen en todo el mundo. En el libro, señalas especialmente al Grupo Surrealista de Madrid. Citas, en concreto, el libro coordinado por Lurdes Martínez, Bellas damas sin piedad, que analiza la cuestión del feminismo en el movimiento; y a uno de sus grandes valedores, Eugenio Castro, fallecido recientemente. ¿Crees en la vigencia y en el futuro del surrealismo?
En este punto, tengo que admitir que no creo en la vigencia o en el futuro del surrealismo tal como se definió en 1924. El surrealismo desde sus principios deseó su ocultamiento, y en el libro que he escrito doy voz a una de las últimas figuras del movimiento que es Annie Le Brun, y a su Qui vive. Considérations actuelles sur l’inactualité du surréalisme, publicado en el 2024, año en que fallece, lo mismo que Eugenio Castro. Con este último intercambié opiniones sobre esa posibilidad de existencia de grupos surrealistas, y en concreto con el de Madrid he colaborado en la obra que señalas. Yo distinguiría entre “surrealismo” y “surrealista”. Esto último, indicado por el adjetivo, ha extendido su significado a muchas cosas que sobrepasan lo que caracterizó al movimiento de hace un siglo. Tampoco hay que olvidar, y esto me parece fundamental, que el grupo en sí era una suma de singularidades, con trayectorias propias. Desde este punto de vista puede haber, y los hay, respuestas individuales o colectivos con afinidad a los posicionamientos que querían cambiar el mundo y trasladarlos al presente. Pero más allá de las ideologías esta la acción. ¿Dónde situarla? ¿Puede decirse que es surrealismo?

«No creo en la vigencia o en el futuro del surrealismo tal como se definió en 1924. El surrealismo desde sus principios deseó su ocultamiento…».


Submit a Comment

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies