Los últimos fusilamientos del franquismo - ¡Zas! Madrid

En el 50 Aniversario de los últimos fusilamientos del franquismo, el Colectivo Anemoi de militares demócratas manifiesta una vez más su enérgica condena de la dictadura franquista, rechazando los símbolos públicos que aún perduran de aquel régimen terrorista, incumpliendo gravemente la Ley de Memoria Democrática.
El 27 de septiembre de 1975 el general genocida Francisco Franco, ya moribundo, firmó las últimas penas de muerte. Fue su último intento de dar un golpe final a la resistencia: cinco jóvenes antifascistas fueron fusilados. La dictadura trató de imponer el silencio sobre quienes se habían negado a someterse.
Los fusilamientos de Xosé Humberto Baena Alonso, José Luis Sánchez-Bravo Solla, Ramón García Sanz, Juan Paredes Manot y Ángel Otaegui Etxeberria, provocaron una repulsa internacional, levantando una ola de protestas y condenas contra la dictadura, dentro y fuera del país.
Dos meses antes fueron detenidos un comandante y ocho capitanes demócratas. La represión también se cebó sobre la tropa y la marinería antifascista.
Salvador Puig Antich, un joven catalán, fue ejecutado mediante garrote vil un año antes.
La dictadura se resquebrajó aceleradamente, iniciándose un dificultoso proceso de Transición que duró varios años, con las consiguientes detenciones, torturas y asesinatos.
Recordar a estos jóvenes antifranquistas, asesinados por un régimen terrorista, es recordar también el valor de todos aquellos que lucharon y supieron dar su vida por un mundo mejor.
La memoria de nuestros mártires no solo pertenece a aquellos que los conocieron personalmente o a los que compartieron su militancia, sino a todo el pueblo, heredero de su lucha.
La democracia que hoy disfrutamos, pese a sus serias limitaciones, no fue la concesión graciosa de un rey Borbón inviolable, heredero de Franco y último jefe de la dictadura, sino el fruto de la resistencia, de la valentía de aquellos que, aun cuando la muerte se cernía sobre ellos, nunca desistieron.
Su lucha por la libertad nos sigue interpelando, nos sigue inspirando a defender siempre los valores de la democracia y a mantener viva la memoria de los que dieron su vida por ella. Porque, como ellos nos enseñaron con su ejemplo, la libertad no se otorga, se conquista, y, a veces, se paga con la vida.
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¡Qué titulares tan impactantes! El Colectivo Anemoi demócrata está de pleno acuerdo en deshacerse de los símbolos de la dictadura, ¡un trabajo bien hecho! Aunque algunos querrían que olvidáramos ciertos detalles como los fusilamientos del 27 de septiembre o el garrote a Puig Antich, la memoria es importante. Es gracioso ver cómo algunos intentan imponer el silencio sobre la historia, ¡pero la lucha por la democracia es un tema que no se apaga fácilmente! La Transición fue difícil, ¡pero valió la pena! La memoria de nuestros mártires es de todos, ¡y es bueno recordarles cada vez que alguien piensa en imponer el miedo! La democracia es un bien precioso, ¡y hay que defenderla siempre!app đếm ngược thời gian học
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¡Qué fuerte! Este colectivo demócrata militante parece más un grupo de teatro historical-político que una manifestación seria. Criticar los símbolos de Franco con la misma pasión que los fusilamientos de 1975 es, francamente, un poco exagerado. ¿Acaso las plazas vacías en el Parlamento no podrían servir también para protestar? La Ley de Memoria Democrática, con sus penas de muerte simbólicas para los incumplidores, suena a justicia retroactiva en mode retrógrada. Recordar a los mártires es bueno, pero quizás no sea el momento de iniciar nuevos fusilamientos por incumplir una ley tan… dramatica. La libertad sigue enseñando, pero a veces parece que la lucha por ella nos lleva a recortes de prensa más bien dramáticos. ¡Ojo con los nuevos generales genocidas de la Memoria!Grow a Garden calculator kg
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