Ante la celebración del Primero de Mayo: 'Nuestro problema es la obediencia' - ¡Zas! Madrid
Despertador, rutina, metro, tren o autobús abarrotado, atasco. Eso nos ofrecen las mañanas en su sociedad. Horarios, más rutina, precariedad, robo de nuestro tiempo para enriquecer a ese parásito llamado antaño patrón. Obediencia a tu jefe, cansancio. Eso nos ofrece nuestro día a día en nuestro trabajo. Y si no, el paro y el desempleo cuando nuestro empresario decide que, como mercancía que somos para él, ya no le valemos.
Hipoteca o alquiler, pago de deudas. Eso nos asfixia si queremos disfrutar de necesidades básicas como una vivienda y una vida digna. Ocio alienante, centro comercial, viajes a espacios-decorados artificiales para el turismo, fútbol y consumo y más consumo de banalidades y cosas innecesarias. Eso nos ofrecen para paliar el aburrimiento cotidiano los fines de semana, para recargar las pilas y volver al tedio de nuestra rutina diaria.
Vota a tu partido, vota a tu comité de empresa, vota en las elecciones sindicales, manifiéstate pacíficamente, tolera la desigualdad y la injusticia, cree en la democracia. Eso nos ofrecen frente a nuestro malestar que crece día tras día. Seamos ciudadanos, correctos y educados. Defendamos sus valores egoístas, deleguemos nuestros asuntos y responsabilidades en jueces y políticos. En resumen, seamos personas obedientes y sumisas.
Pues resulta que nosotras nos negamos a asumir y aceptar lo que nos viene impuesto. No aceptamos el papel sumiso y obediente al que el Estado y el Capital nos relegan. Rechazamos de lleno la muerte en vida de sus migajas. Nosotras, al igual que tú, somos personas trabajadoras, desempleadas o estudiantes, pero también somos anarcosindicalistas.
Luchamos en nuestros centros de trabajo y de estudio, en nuestros barrios y pueblos, contra aquello que nos explota y oprime en nuestro día a día. No delegamos en terceros y ni mucho menos en liberados sindicales o comités de empresa. Nosotras utilizamos las armas que tenemos a nuestro alcance, como el apoyo mutuo y la acción directa (aquella acción sin intermediarios que parte de los propios afectados sin delegar en nadie). Aquí no tenemos líderes ni subvenciones (ni los queremos), somos asamblearios y autogestionados. Luchamos día a día para defendernos, como clase explotada, de los ataques de los políticos y empresarios, la clase dominante. Luchamos para arrancarles mejoras en nuestras condiciones de vida, sin olvidar que nuestro objetivo es fortalecernos para cambiar el mundo, para acabar con el Capital y el Estado.
Por eso, para nosotras, el 1.º de mayo no es un día de fiesta como para los sindicatos vendeobreros, electoralistas y apoltronados. Ni otro día en el calendario que tenga que pasar sin pena ni gloria. Es una coordenada más en nuestra lucha diaria y una conmemoración de la condena y asesinato, en Chicago en 1886, de ocho obreros anarquistas en el marco de la lucha por las ocho horas diarias. Nosotras reivindicamos el espíritu revolucionario y transformador del 1.º de mayo y no la farsa que vemos en los telediarios. Nuestro 1.º de mayo es un día más de lucha contra sus reformas, sus recortes y su podrido sistema. No basta con marchar un día, es mediante la lucha en nuestros puestos de trabajo, organizándonos con nuestros y nuestras compañeras, de forma horizontal e igualitaria, como verdaderamente amenazamos el orden de las cosas.
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