'El bosque confiado', relatos sobre la naturaleza en la América de Henry David Thoreau - ¡Zas! Madrid
El bosque confiado nos sitúa en la percepción de que sólo se siente plenitud en la naturaleza
Con edición y traducción de María Casas Robla, esta antología de Ediciones Siruela, cuyos textos fueron publicados entre los años 1830 y 1903, es una representación de lo que supuso el movimiento transcendentalista: «…regreso a la divinidad y a la esencia del ser humano a través de la contemplación de la naturaleza… », como se indica en el prólogo
El bosque confiado reúne a clásicos (filósofos, pensadores y narradores) norteamericanos que tienen como eje vertebrador un cierto romanticismo naturalista, y a Henry David Thoreau, a Walt Whitman y a la corriente trascendentalista que se inició con Ralph Waldo Emerson. Estos autores que componen la antología son Washington Irving, James Fenimore Cooper, Edgar Allan Poe, Nathaniel Hawthorne, Francis Parkman, Herman Melville, Louisa May Alcott, Sarah Orne Jewett, Harriet Beecher Stowe, William Dean Howells, Kate Chopin, Stephen Crane, Mary Noailles Murfree, Jack London, Bret Harte, Mary E. Wilkins Freeman y Mark Twain.
La antología se inicia con el texto de Emerson, Naturaleza, a modo de prefacio. Publicado en 1836, Nature traza las líneas generales del transcendentalismo, una nueva manera de observar la naturaleza con la finalidad de comprendernos. En el bosque se vuelve a esa situación de esplendidez que supone la infancia (para el trascendentalista es necesario retornar a la capacidad de asombro del niño, ya que en la sencillez se da la apertura para la percepción de la totalidad), además de alcanzar una espiritualidad reveladora y, en cierta forma, voluptuosa: «Me convierto en un globo transparente, no soy nada, lo veo todo, las corrientes del Ser Universal circulan a través de mí». El trascendentalismo fue en su momento un movimiento radical. Por un lado cuestionaban el puritanismo religioso imperante en Nueva Inglaterra y se oponían a que el racionalismo y la ciencia fueran las únicas vías de conocimiento.
Uno de los primeros relatos recogidos en El bosque confiado es Caminar (Walking) de Thoreau. Esta obra es, sobre todo, una exposición de la filosofía del deambular, pero también supone la base del ecologismo actual. En este texto el autor incide en que el valor de la persona está en ser parte esencial de la Naturaleza, más que en considerarse miembro de la sociedad. La Naturaleza en la preservación del mundo y el caminar en ella «la aventura del día».
La prosopopeya que supone la confianza del bosque (no amenazado por los humanos) se erige en refugio. Mas no todo es tierra, ni todo es cobijo. Abundan los relatos en los que el mar es el protagonista —como ejemplo, ‘El viaje’ de Washigton Irving— o lo incontenible de la naturaleza como en ‘El silencio blanco’ de Jack London o en ‘Descenso al Maelström’, en donde Poe describe el horror de lo inconmensurable a través de un vórtice o remolino gigante de agua en los mares nórdicos. Refugio o amenaza, en los relatos que componen El bosque confiado se muestra de manera indefectible y en cualquiera de sus manifestaciones, que la naturaleza nos horada el ser que somos.
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mangífico artículo, dan ganas de leerlo!
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