El río Jarama se ha convertido en un colector de todo tipo de residuos y aguas fecales - ¡Zas! Madrid
La acumulación de basuras es algo que viene sucediendo desde hace años en muchos ríos madrileños, pero muy especialmente en el Jarama
La Asociación ecologista del Jarama «El Soto» acusa a los dirigentes de permitir que el río Jarama siga siendo el desagüe de las aguas fecales y de todo tipo de residuos
«Millones de toallitas, plásticos y toda clase de residuos, junto con aguas sin tratar, procedentes de las redes de saneamiento y de las aguas pluviales, se vierten al río Jarama».
Según la organización se trata de vertidos intermitentes que coinciden con los episodios de tormentas y con la dificultad de las EDAR (Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales) para atender el volumen que les llega. La solución demasiadas veces es la de derivar directamente al río todo el flujo, una solución “técnica” que provoca un grave problema sanitario y medioambiental. Con estas aguas se riegan por ejemplo miles de hectáreas de la “huerta de Madrid”, entre la presa del Rey en Rivas Vaciamadrid y Toledo», denuncia la asociación.
Esto es lo que viene sucediendo desde hace años en muchos tramos de los ríos madrileños, pero muy especialmente en el río Jarama. El mejor ejemplo es el tramo Paracuellos del Jarama–San Fernando de Henares. En este tramo fluvial de unos 12 Km —en un río supuestamente protegido por legislación autonómica y comunitaria— hay una veintena de colectores y arroyos que se utilizan para estos vertidos puntuales. El resultado es un río permanentemente contaminado y unas riberas artificiales formadas por la acumulación de millones de toallitas y otros materiales sólidos.
Según la asociación ecologista del Jarama «El Soto», hay arroyos como el de la Vega o el de Valdebebas que acaban prácticamente colapsados con acumulaciones que alcanzan varios metros de altura, gran parte de estos materiales llegarán al río Jarama. Más abajo, en Coslada-San Fernando, hay numerosos colectores, de diversa sección, incluso algunos revientan en ocasiones por la acumulación de estos materiales. Se trata de tramos que forman parte de la Red Natura 2000, del Parque del Sureste madrileño, que están bajo la administración de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, que «sin embargo, se desentiende de cualquier intervención para garantizar la conservación de estos ecosistemas acuáticos. Una actitud que está causando un gran perjuicio para el medio natural y un riesgo sanitario que afecta a muchos ciudadanos y poblaciones ribereñas».
Para la organización, los culpables son los gestores de la Consejería de Medio Ambiente, los ayuntamientos como propietarios de las redes de saneamiento, los responsables de la calidad de las aguas (la Confederación Hidrográfica del Tajo) y quienes tienen encomendado el tratamiento de las aguas fecales (la Administración Regional a través del Canal de Isabel II). «Todos ellos, especialmente la Consejería de Medio Ambiente y el Canal de Isabel II, tienen la responsabilidad de que en pleno siglo XXI se ponga fin a este vergonzoso espectáculo». La solución del problema está en los estanques de tormentas, instalaciones destinadas a retener estos vertidos hasta que puedan ser tratados en las EDAR, evitando los vertidos sobre los ríos. «Es un problema de voluntad, de prioridades, de gestores que cumplan con las obligaciones que les imponen las normativas más elementales en el ámbito del medioambiente».
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