Exposición 'Picasso. Pasión por la cerámica', en el Museo Colección Eugenio Arias, de Buitrago - ¡Zas! Madrid
Picasso consideró sus obras de cerámica como un elemento más de su creación artística
La exposición Picasso. Pasión por la cerámica se podrá ver hasta el 16 de mayo, en el Museo Picasso-Colección Eugenio Arias, de Buitrago de Lozoya
Picasso. Pasión por la cerámica muestra treinta piezas, con tres diferentes temáticas: tradición, metamorfosis e invención.
Pablo Picasso se interesó por la cerámica desde su adolescencia e hizo algunos ensayos en los primeros años del siglo XX. Fue a partir de 1947 cuando el artista realizó una gran producción de obra cerámica en la manufactura Madoura de Vallauris, en el sur de Francia, consagrándose hasta finales de 1948 a esta técnica. Luego volvió a sus actividades habituales como pintor, grabador y escultor, combinándolas con la cerámica hasta 1971.
Picasso nunca consideró la cerámica como un arte menor, ni como una mera decoración de los objetos, sino que su actividad consistía en un permanente desafío creativo con este medio artístico, como lo evidencia la interconexión entre pintura, escultura y cerámica.
Además de las propias formas que el artista había creado, también usó muchas cerámicas de la producción estándar de la factoría Madoura: platos, jarras, vasos y objetos diseñados por Suzanne Ramié, la propietaria de la fábrica. Desde 1950 en adelante, Picasso utilizó incluso tejas, azulejos, fragmentos de cerámicas y formas utilitarias tales como vasijas culinarias o mobiliario del horno.
La exposición, comisariada por Salvador Haro y Harald Theil, cuenta con piezas procedentes del Museu Picasso de Barcelona, el Museo Casa Natal Picasso de Málaga, el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias “González Martí” de Valencia, la Fundación Palau Caldes D’Estrac, el Museu del Disseny de Barcelona, el Thermalia Museo Caldes de Montbui y el Museo Picasso-Colección Eugenio Arias.
El Museo Picasso-Colección Eugenio Arias, ubicado desde 1985 en salas del Ayuntamiento de Buitrago del Lozoya, atesora una colección de obras que Picasso dedicó y regaló al que fuera su barbero durante los últimos veinticinco años de su vida, desde 1948 a 1973: Eugenio Arias, a quien conoció en Vallauris (Sur de Francia), durante su exilio.
Picasso fue regalando a su amigo diversas obras. Al finalizar su exilio, el barbero de Picasso quiso que la colección permaneciera en su tierra natal, Buitrago, cediendo su colección en 1982. Gracias a ello, el museo cuenta con un conjunto de obras de naturaleza muy variada: dibujos, obra gráfica, fotografía, cerámicas, así como carteles de exposiciones y libros dedicados del artista a Eugenio Arias.
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