Heinrich Böll en su centenario
La República Federal Alemana celebra el centenario de Heinrich Böll, autor de Billar a las nueve y media y Opiniones de un payaso
Heinrich Böll (Colonia, 21 de diciembre, 1917- Langenbroich, 16 de julio, 1985) describirá mejor que ningún otro autor de lengua germana, la Alemania de los escombros y de la derrota, y representará el mejor símbolo de una superación, el hombre de buena voluntad que durante más de tres décadas y hasta su muerte, manifestó un esfuerzo de superación, la idea de una Alemania vencida que propendía a ser distinta. En esta firme apuesta proyectó su particular ajuste de cuentas desde sus primeras obras. El tren llegó puntual, ¿Dónde estabas Adán?, Y no dijo una sola palabra y Casa sin amo, en las que narraba sus experiencias de guerra y de la inmediata posguerra, hasta llegar a construir una sólida obra reconocida con el Premio Nobel en 1972.
Nueva trayectoria narrativa
El pan de los años mozos (1955) iniciará un nuevo planteamiento en su trayectoria narrativa porque, en esta ocasión, arremete contra el conformismo de una sociedad inmersa en el «milagro económico», e intransigente con las formas de inercia espiritual: Walter Fendrich es un joven cuya vida se desarrolla en los primeros años de la posguerra, una época repleta de egoísmo y crueldad pero donde se vuelve a reedescubrir un período de bienestar cuando el joven logra un puesto de electricista, trabaja doce horas diarias, duerme al menos ocho y dedica otras cuatro a la diversión. Semejante esquema reproduce, Billar a las nueve y media (1959) que cuenta la vida de unos personajes deshumanizados y cuyo mensaje más íntimo reviste formas insospechadas: una profunda visión psicológica, un escepticismo que conduce a una esperanza y una revisión que confirma la visión de la crítica alemana, «el carácter de nuestra época, nuestros propios rasgos, nuestros sueños y vicisitudes, aparecen ante nuestros ojos como una invitación a reflexionar». Es una obra impregnada de madurez y plenitud, lejos de todas las tendencias narrativas del momento.
En los Sesenta
A partir de los años 60 el autor iniciará una nueva etapa caracterizada como «estética de lo humano» en favor de las libertades individuales y contra toda forma de poder o imposición manipulada por una sociedad competitiva o alienante. Fue el inicio del fenómeno creado por Böll: Opiniones de un payaso (1963) fue uno de los mayores best-sellers alemanes de toda la década. El joven protagonista de familia acomodada no aceptará los convencionalismos de su clase y huye convirtiéndose en un payaso que triunfa con sus representaciones satíricas. Narrada en primera persona, arremete contra la burguesía, los tecnócratas, las jerarquías eclesiásticas y contra los militares, colectivos que aplauden sus extremadas burlas.
Heinrich Böll vivió el programa de «reeducación» que acentuaría en el pueblo alemán el sentido de una culpabilidad colectiva y ante la que tomaron posturas defensivas jóvenes autores que constataban un nuevo orden democrático antifascista, cimentado en una democracia cristiana, un socialismo en auge y una vocación internacionalista. La Democracia Cristiana Alemana (CDU) incorporaría en sus programas las ideas de un socialismo económico y revistas del prestigio, como Merkur o Frankfurter Hefte, abogarían por la socialización de la cultura. Se considera el año 1948 como el auténtico nacimiento de la RFA, y se asientan las bases de una política económica que conforma la realidad política del país. La literatura, menos sensibilizada que en los duros años de posguerra, lucha frente al «milagro económico alemán» y los autores que hoy gozan de un prestigio universal, criticaron entonces la ingente penuria política cultural de una fuerte República Federal Alemana, y así surgía el conflicto entre espíritu y poder, entre inteligencia y política que Heinrich Böll, Günter Grass y Martin Walser o los filósofos, Max Horkheimer y Theodor W. Adorno censuraron hasta llegar a una específica relación con una realidad política que aun hoy se percibe en la literatura contemporánea.
Con el término Trümmerliteratur (literatura de rumores) se designó a la nueva literatura de posguerra, y nuevos nombres surgen en el panorama narrativo, Siegfried Lenz, Martin Walter, Max Frisch y el propio Heinrich Böll que alternó pasado y presente en su narrativa. Dos obras marcan el punto culminante de su obra: Distanciamiento de la tropa (1964), donde la deserción es considerada como valentía, «se aconseja distanciarse de la tropa» y «se recomienda antes que se desaconseja la deserción», y Final de un viaje de servicio (1966), cuenta la solemne quema de un Jeep de la armada como acto de resistencia contra el poder del Estado; resistencia literaria, porque su obra posterior mostrará un acusado acento de politización de la literatura, no se ocupa ya del pasado, sino de los conflictos y problemas sociales de la actualidad que, junto a Grass, le llevarán a representar el papel del intelectual demócrata comprometido con la literatura y con la política.
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