'No soy nadie. ¿Quién eres tú? Sesenta poemas comentados' sobre la obra de Emily Dickinson - ¡Zas! Madrid
Un acercamiento a la sublimidad de Emily Dickinson
Ensayo sobre sesenta poemas de Emily Dickinson, con edición bilingüe de Jesús García Rodríguez, en la editorial El Sastre de Apollinaire
«I’m nobody! Who are you?»: este verso inicia el que, seguramente, sea el poema más conocido de Emily Dickinson (1830-1886). Utilizarlo como título de este ensayo, en el que Jesús García Rodríguez nos encamina hacia la inmensidad de la poesía de Emily Dickinson, supone predisponernos sobre el grado máximo de sinceridad, misticismo, metafísica y contundencia de la poeta estadounidense.
En el prólogo, Jesús García Rodríguez (poeta, ensayista y novelista perteneciente al Grupo Surrealista de Madrid) fundamenta la razón de un ensayo como No soy nadie. ¿Quién eres tú? en la falta de «material hermenéutico, filológico e interpretativo sustancial» sobre la obra de la poeta. Aunque, en principio, lo insondable de la poesía —de toda poesía— no debería considerarse como algo obstructivo para su disfrute, García Rodríguez considera que el carácter hermético de los versos de Emily Dickinson exige una contextualización que guíe al lector: «el estilo de esta autora está lleno de antítesis y paradojas, juegos de sentido, ambigüedades, ambivalencias, polisemias, sentidos oblicuos, referencias externas…»; a lo que habría que añadir una puntuación peculiar — sus guiones tan característicos— así como sus originalidades disruptivas, la diversidad de sus poemas (poemas-enigma, poemas-definición, cartas-poema…), las rimas sorprendentes y las rupturas en el ritmo y en la musicalidad.
En cada uno de los poemas diseccionados, Jesús García Rodríguez va construyendo la esencia de la poeta. Las interpretaciones son diversas, siempre oscilando sobre múltiples probabilidades. Es difícil llegar a una intención unívoca, toda vez que los propios autores no comprenden en ocasiones el porqué de sus escritos, además de que, como especifica Amalia Rodríguez Monroy, esa resistencia a la interpretación común en todo el arte, es en el caso de Dickinson clave central de su lectura: el poema se nos entrega como enigma.
Tal vez lo que más caracterice la poesía de Emily Dickinson sea su deseo de trascendencia. Un deseo tan unido al movimiento filosófico trascendentalista. Como indica Jesús García Rodríguez: «El ser humano empieza a ser el centro de la realidad, desplazando cada vez más a Dios, o tomando su lugar… ». Numerosos poemas suponen una exaltación de la unión entre la persona con la naturaleza, el universo y el infinito. El «ateísmo deísta» en el que el humor y la ironía tienen amplia cabida, así como un carácter «desmitificador, burlón y blasfemo».
Lo ya expuesto, es solo un esbozo de todo cuanto comprende la poesía de Emily Dickinson. Está también la presencia de los animales y de las plantas como alegorías de su experiencia; la sensualidad; el amor, y otras numerosas características que llevan a considerar a Emily Dickinson como una gran poeta lírica y filosófica. Este ensayo sirve para encaminarnos con acierto hacia ella.
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