El 8M movimiento feminista de Madrid ha declarado que no le convence la excusa de la situación epidemiológica

El 8M movimiento feminista de Madrid, organización que agrupa a unas 350 grupos, había convocado una concentración para el lunes, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, a las 18 horas, en Callao, con un aforo perimetrado con vallas de 250 mujeres

Coral Latorre, secretaria general del Sindicato de Estudiantes, considera que ilegalizan estas manifestaciones «para desviar la atención de la crisis absoluta de la Monarquía, corrupta y podrida hasta las cejas, y para evitar que se exprese el descontento social en el 8M».

La portavoz de la organización, Ana Sánchez de la Coba, ha declarado que «iba a ser una concentración respetando todas las medidas de seguridad, por lo que vamos a recurrir una decisión que nos parece injusta, sectaria, que demoniza a las mujeres y que para nada hace justicia. Desgraciadamente a las mujeres se nos sigue tratando como si fuésemos menores de edad».

Asimismo, María Castillo, portavoz de la Comisión 8M, ha denunciado que «parece que podemos hacer toda nuestra vida normal. Que podemos coger el Metro para ir a trabajar, que podemos estar recogiendo entradas en conciertos de 5.000 personas, que podemos estar limpiando hospitales sin ningún tipo de problemas pero no puedes protestar». La organización ha decidido estudiar nuevas formas de protesta, aunque subrayan que en las cuatro concentraciones que habían previsto para el 8M se cumplían aforos y distancia de seguridad.

Por otro lado, el Sindicato de Estudiantes mantiene las protestas del 8 de marzo, ya que ve antidemócrata su prohibición, y anima a manifestarse cumpliendo todas las medidas de seguridad, el lunes por la mañana, en la Puerta de Sol. La secretaria general del Sindicato, Coral Latorre, ha llamado a mantener las movilizaciones convocadas por el Día Internacional de la Mujer en Madrid, a pesar de la prohibición anunciada por la Delegación de Gobierno de todas las protestas de los días 7 y 8 de marzo. «Es una decisión totalitaria, antidemocrática, que nada tiene que ver con defender la salud pública. Cuando en Madrid está todo abierto, todos los bares y terrazas llenas, el Metro abarrotado, los centros de salud colapsados, cuando no han invertido un solo euro en la Sanidad Pública… ¿De verdad se piensan en esta Delegación que somos idiotas e imbéciles y que nos vamos a creer este argumento», se pregunta. Latorre considera que ilegalizan estas manifestaciones «para desviar la atención de la crisis absoluta de la Monarquía, corrupta y podrida hasta las cejas, y para evitar que se exprese el descontento social en el 8M». «Seamos serias. Esta decisión parece más de una dictadura que de una democracia. La semana pasada nos prohibieron una concentración a pesar de que insistíamos en las medidas sanitarias. Ahora vemos que se han prohibido todas las manifestaciones. Nada nos dicen que el día de mañana bajo otras excusas se nos prohíba otros derechos como el de la huelga», augura.