No Comments
Nueva Narrativa Mexicana
Veinte autores mexicanos que disparan a quemarropa sobre la sociedad corrompida - ¡Zas! Madrid
Una nueva generación de escritores mexicanos críticos con su país y la sociedad
Los veinte autores de Palabras mayores son: Juan Pablo Anaya, Gerardo Arana, Nicolás Cabral, Verónica Gerber, Pergentino José, Laia Jufresa, Luis Felipe Lomelí, Brenda Lozano, Valeria Luiselli, Fernanda Melchor, Emiliano Monge, Eduardo Montagner, Antonio Ortuño, Eduardo Rabasa, Antonio Ramos Revillas, Eduardo Ruiz Sosa, Daniel Saldaña París, Ximena Sánchez Echenique, Carlos Velázquez y Nadia Villafuerte.
Mediada la década de los noventa, una nueva generación de escritores mejicanos irrumpía en el panorama literario de su país y convertían el movimiento «crack» en un «manifiesto» público, en la primera manifestación narrativa seria en las letras mexicanas del siglo XXI, o en un novedoso experimento lingüístico y relato polifónico que abarcaría nuevas voces narrativas. Devotos y lectores de Collins, Machen, Brod, Musil y Broch, o de los mejicanos José Emilio Pacheco y Sergio Pitol. Este último calificado de maestro indiscutible, ya que fue el primer autor que escribió sobre Europa Central, tradujo a rusos y polacos, y conoció el viejo mundo.
Los nombres que pusieron en tela de juicio los planteamientos literarios precedentes fueron, Jorge Volpi (México, D.F., 1968), Ignacio Padilla (México, D.F. 1968) y Eloy Urroz (Nueva York, 1967), que habían conseguido una perspectiva literaria europea, afianzada en países como Francia y España, y avalados por una interesante obra publicada en su México natal; pronto se unieron Pedro Ángel Palou (Puebla, 1966) y Ricardo Chávez (México D.F. 1961).
El escritor Carlos Fuentes llegó a afirmar que los narradores jóvenes mexicanos eran más libres porque ya no tenían la obligación de darle voz a los sin voz, y al hilo de esas declaraciones, aquellos se preguntaban si se puede ser libre en una sociedad teatralizada, ciega por el consumo, superpoblada y descreída.
Consecuentes, han asumido su cuota de cinismo con que se ven obligados a vivir, y sostienen como la literatura mexicana se ha vuelto básicamente procaz con cuanto está ocurriendo durante las últimas décadas en el país.
Tan es así que la generación de Guadalupe Nettel (Ciudad de México, 1973), creció en mitad de un ambiente caracterizado por la dominación mediática y la violencia simbólica, aspectos que rompen las barreras sociales, económicas y familiares, y hoy hastiados cuestionan su lugar en este mundo por verse obligados a existir al margen de las expectativas de la era global. Retratan la debilidad humana en sus planteamientos literarios, o el deseo de convertirse en otro, sin dejar de ser ellos mismos.
Estos autores nacen en un estrecho margen de tiempo no superior a diez años, su narrativa ofrece planteamientos similares y una visión desde los márgenes; críticos disparan a quemarropa sobre la sociedad corrompida, rompen con las barreras establecidas por alienantes: Julián Herbert (Acapulco, México, 1971), una voz narrativa intensa, dibuja las relaciones familiares y toda destrucción posible en torno a ellas, César Silva (Ciudad Juárez, México, 1974), cuenta como la cómoda existencia de sus personajes se ve súbitamente sacudida; Daniel Espartaco (Chihuahua, México, 1977), narraba la historia de una generación que vivió la adolescencia en el norte de México durante los noventa, los años felices de la economía, el comienzo del ascenso de la cultura del narcotráfico, toda una alegoría sobre el mal, no el metafísico, sino el que tiene causa y efecto, y la más joven, Valeria Luiselli (Ciudad de México, 1983), novela existencias fantasmales, y una evocación, a la vez melancólica y llena de humor, sobre la imposibilidad del encuentro amoroso, y el carácter irrevocable de la perdida.
Nueva Narrativa Mexicana
Tres veteranos, Guadalupe Nettel, Cristina Rivera Garza y Juan Villoro seleccionan en Palabras mayores. Nueva Narrativa mexicana (Malpaso, 2015), veinte relatos de otros tantos autores. Cristina Rivera Garza, firma el prólogo en la edición española (existe una previa en inglés), y relata su impresión sobre el ejercicio de la selección:
“Reunir veinte textos narrativos escritos por veinte autores y autoras menores de cuarenta años en el momento de la selección: esa era la tarea y esas eran las reglas de la tarea, que se nos encomendó a tres autores profesionales, sí, aunque con prácticas de lectura bien distintas”.
A través de esa tarea de recopilación, se agrupan las voces de 20 jóvenes escritores mexicanos que conforman un auténtico manual de textos heterogéneos. Su lectura convierte el propósito en poder apreciar la literatura de toda una generación, de un país, de una tendencia, y de un momento. Así cada cuento pretende ser distinto, y no se buscan compromisos compartidos o similitudes específicas porque su único nexo son la calidad literaria y la diversidad estilística.
Submit a Comment