Gloria Fuertes en su centenario (1917-2017): antología 'Geografía humana y otros poemas'
Nørdica publica la antología, Geografía humana y otros poemas de Gloria Fuertes, ilustrada por Noemí Villamuza y prólogo de Luis Antonio de Villena
Gloria Fuertes, Geografía humana y otros poemas; ilustr., de Noemí Villamuza; prólogo de Luis Antonio de Villena; Madrid, Nørdicalibros, 2017.
Gloria Fuertes apareció en el panorama literario español en los grises años de posguerra, allá por 1945. Aquella joven de los años 40 y 50 pronto se hizo un hueco entre las personalidades literarias del Madrid de la época, pese a su origen humilde, un hogar de obreros, hija de una costurera y de un portero de las oficinas del Catastro madrileño. Publicó sus primeros versos en 1932, cuando apenas tenía catorce años. Luego vendría la guerra civil española y la muerte de su madre que le marcarían un dolor y una absoluta soledad que sobrellevó toda su vida, refugiándose en el mundo de la escritura y de la lectura.
Pasada la guerra, Gloria Fuertes realizó múltiples trabajos, fue taquígrafa, contable y secretaria en distintas empresas, que ella calificaba de “horribles oficinas”, aunque decidida a publicar y a luchar por sus obras, ingresó como redactora en la revista Maravillas, una publicación de corte infantil, donde aparecieron sus primeros cuentos y poemas; y, también, intentó escribir cuentos humorísticos en la revista Chicas, hasta 1950. Pero pronto su fama como creadora literaria para niños crece, dejando a un lado su manifiesto intento de expresar sus sentimientos como mujer en la diversidad sexual que hubiera deseado, pero siempre estuvo condicionada por los prejuicios y la homofobia que se vivieron en la España franquista.
Sus propios compañeros intelectuales, enmarcados en el innovador movimiento literario del Postismo, la llamaban “la moderna” y calificaban de “esa chica rara”, aunque reconocían su brillante extravagancia y su genialidad atípica, que desafiaba bajo una aparente ingenuidad. La imagen de Gloria Fuertes, vista hoy en su centenario, fue una avanzada a su tiempo, una escritora en un país oprimido y estrecho de miras porque se sintió incomprendida y amordazada en su identidad como mujer y como lesbiana, quizá por ese motivo volcó toda su energía y su ingenio en escribir para los niños.
Su obra para adultos, publicada y reconocida más extensa y meritoriamente en países extranjeros que en España, está llena de referencias a la necesidad de manifestar sus diferencias con el estereotipo femenino establecido, habla de su soledad en la marginalidad, y de su profundo deseo de amor.
En 1961, Gloria Fuertes obtiene la beca Fullbright de Literatura Española, que le permite dar clases en Estados Unidos. Viaja allí y convive junto a Phyllis Turnbull, una hispanista que conoció en la sede madrileña del Instituto Internacional, y a donde había acudido Gloria en 1953 para estudiar inglés y biblioteconomía. Imparte sus clases en las Universidades de Bucknell, Mary Baldwin y Bryn Mawr. Phyllis y Gloria estuvieron juntas quince años, nunca ocultó su lesbianismo, lo conocían la mayoría de sus amigos y, aunque en su obra habla del amor en general, a veces lo menciona veladamente, «me nombraron patrona de los amores prohibidos». Dos años más tarde, regresa a España, aunque su relación con Phyllis se prolongaría hasta 1970; un año después murió la norteamericana. Gloria quedó devastada, adelgazó y plasmó en sus poemas un dolor desgarrador. Sería otra pérdida más, «Todos los míos han muerto hace años / y estoy más sola que yo misma».
Éxito infantil
Su éxito como escritora de cuentos, teatro y, sobre todo, poemas para niños y niñas, la van convirtiendo en un personaje singular y famoso en la España de los últimos años 60 y comienzos de los 70. A mediados de esa década, comienza a colaborar en distintos programas de televisión dedicados al público infantil. Su particular humor, su apariencia de mujer afable y bonachona, su característica voz y forma de recitar, la convirtieron en un personaje tan entrañable como familiar, y cada vez fue más habitual verla en los espacios televisivos como contrapunto cultural. Y su fama se dispara durante los años 80, y es reclamada para infinidad de entrevistas, programas, conferencias y presentaciones. Gloria Fuertes se convierte en “la poeta de los niños” o, como a ella le gustaba llamarse, “poeta de guardia”. Es homenajeada, aclamada y reconocida como la literata española para el público infantil, por excelencia.
Una geografía particular
Mientras fuera de España, en Estados Unidos y en el entorno de los países latinos, sus publicaciones para adultos obtienen la crítica y valoración que merecen, Gloria Fuertes a pesar de sus éxitos nacionales, siempre en el ámbito infantil, no está lo suficientemente considerada porque apenas será conocida su brillante lírica hasta después de su muerte y alcanzaría el suficiente aprecio popular como escritora.
La editorial Nórdica ha publicado una antología de su obra, “como una modesta contribución al mejor conocimiento de su labor poética, que es la obra de toda una vida”. Prologa el volumen, Luis Antonio de Villena, y se cierra con un poema que su amigo José Hierro escribió para ella: “Hablo con Gloria Fuertes frente al Washington Bridge”.
Su primer libro, Isla ignorada, se publica en 1950, y en ese momento Gloria ya ha entrado en contacto con el Postismo y sus poetas. Pero su gran libro —donde están ya su voz y su manera plenamente— es Aconsejo beber hilo (1954). La obra de Gloria Fuertes continuó publicándose de forma escalonada, Que estás en la tierra (1962), Ni tiro, ni veneno, ni navaja (1965), Poeta de guardia (1968), Cómo atar los bigotes del tigre (1969) y Sola en la sala (1973). Además numerosas antologías y poesías reunidas — ediciones variadas— con el título de Obras incompletas (1980), porque de edición en edición, sus libros crecían y crecían, y un último poemario, Mujer de verso en pecho (1996), que presentó un Camilo José Cela, ya premio Nobel.
En Geografía Humana y otros poemas (2017), la editorial Nørdica Libros nos propone una deliciosa antología. Un amplio recorrido entre sus mejores libros, 1954 y 2005, un recorrido por su poesía calificada para adultos, que casi puede traducirse como una auténtica autobiografía, cuarenta y un poemas en total: el amor no siempre correspondido, el pacifismo, la soledad, las preocupaciones sociales, la angustia, la utilidad de la poesía, la infancia, su visión de Dios, la pobreza, la fugacidad de la vida, la mujer. Temas eternos tan graves como actuales, escritos con aparente facilidad, versos sencillos, y abundantes y ocurrentes juegos de palabras, con giros inesperados y, sobre todo, mucho de su humor.
Un excelente, y clarificador prólogo de Luis Antonio de Villena, un poema de José Hierro como colofón, y unas magníficas ilustraciones de Noemí Villamuza, completan esta bonita edición para descubrir a una exquisita y no menos desconocida Gloria Fuertes.
Submit a Comment