Por la Federación Animal y Ambiental: por una unión necesaria - ¡Zas! Madrid
Tras muchos años de lucha insistente en la que grupos animalistas y la sociedad en general solicitaban una ley nacional que pudiera englobar la protección animal y su maltrato, por fin se ha aprobado la Ley de Bienestar Animal, tras un gran esfuerzo por parte de Podemos y su Dirección General de los Derechos de los Animales (DGDA). Hasta el último momento, intentaron negociar para que los perros de caza fueran incluidos en dicha ley, sin que los socios de gobierno dieran su brazo a torcer, presionados por el lobby de los cazadores que tiene mucha influencia entre los políticos debido, entre otras cosas, a que los votos rurales son importantes.
Al final, al no poder llegar a un acuerdo, Podemos votó a favor de la ley, ya que esta es importante para los derechos de los animales y porque salvará muchas vidas y habrá un mayor control de las mascotas y de los animales que se encuentran cautivos en centros de negocio.
A raíz de ello, y a pesar de que muchos grupos animalistas han visto el trabajo intenso del equipo de la DGDA encabezado por la Ministra de Asuntos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, y su Director General, Sergio García Torres, se ha iniciado una campaña en contra de este último, pidiendo su dimisión y criticando a Podemos por aprobar la ley sin incluir a los perros de caza.
Esta campaña que se ha levantado por parte de muchos animalistas no tiene sentido alguno. Es muy fácil culpar a los demás de no haber conseguido incluir a los perros de caza dentro de esta ley; pero ¿qué parte de culpa tienen ahora los que protestan por su desunión? La división debilita. Debemos partir de la base, que es mejor que la ley que es muy buena y que protege a muchos animales, salga a que no lo haga perdiendo la oportunidad, tal vez única, de conseguir una norma a nivel nacional que contiene muchas regulaciones a favor de los animales. Todos coincidimos que esta Ley de Bienestar Animal ha hecho historia.
Sergio García Torres ha estado en el punto de mira de los cazadores, amenazado, criticado y me consta que ha dado mucho más de lo que debería por su cargo. La DGDA se ha reunido de forma constante con las ONG, veterinarios y muchos otros organismos de los que dependía el comercio o la protección de los animales. ¿Por qué ahora muchos se vuelven contra todo su equipo?
En el movimiento animalista no existe una unión de criterios, de lucha. Hay mucha envidia y protagonismo y, si se quiere avanzar y que las voces se escuchen, es imprescindible estar unidos. Si así fuera, está claro que sería una gran fuerza en la que se superaría con creces a los grupos que tienen como prioridad el beneficio de los animales para su explotación.
El equipo de Sergio García Torres ha hecho y sigue haciendo lo imposible en la defensa de los animales, como nunca se ha hecho antes desde un gobierno nacional. Es por ello, que las críticas que están saltando en las redes sociales en contra de la citada dirección por haber votado sí a la Ley de Bienestar Animal no tienen sentido y deben ser reprochables. Se ha conseguido mucho y ahora toca seguir trabajando para que dentro de las comunidades se intente regular y proteger a los perros de caza.
Me indignan los ataques que estoy viendo en las redes sociales en contra de Podemos, al votar sin la inclusión de los perros de caza en la normativa.
Preocupémonos de no ser capaces de unirnos en una Federación de Defensa Animal y Ambiental que englobe a todas las asociaciones animalistas y ecologistas de España, tanto las grandes como las más pequeñas. Seríamos todos juntos una fuerza arrolladora, un gran lobby al que los partidos políticos tendrían que tomar en cuenta.
Pero si seguimos desunidos, criticándonos los unos a los otros, nunca llegaremos a conseguir que se nos escuche con seriedad. Los políticos nos ignoran sabiendo que somos grupos pequeños, que no estamos conectados y que cada uno lucha por sus propios objetivos, en lugar de los comunes. Pero si todos formamos una Federación Animal y Ambiental que englobe todas las organizaciones animalistas y ecologistas seríamos tenidos en cuenta y conseguiríamos los objetivos propuestos.
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