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Sobre la idoneidad o no de adaptar "Don Quijote de la Mancha" al castellano actual - ¡Zas! Madrid

Sobre la idoneidad o no de adaptar «Don Quijote de la Mancha» al castellano actual
Pedro M. Domene
  • On 12 julio, 2015
  • http://acabodeleerymegusta.blogspot.com/

Las obras clásicas, fundamentalmente las canónicas de la literatura española, han sido traducidas al castellano actual y se convierten en una tradición tan antigua como polémica. Andrés Trapiello se ha atrevido con Cervantes, y además afirma que Don Quijote tiene que hablar nuestra lengua actual. Un texto en el que ha trabajado en los últimos 14 años y que ahora aparece bajo el sello Destino. Trapiello señala como Pedro Salinas o Alfonso Reyes adaptaron El Cantar de Mio Cid (1926 y 1947, respectivamente), y más tarde Camilo José Cela y Soledad Puértolas hicieron lo propio con La Celestina (1978 y 2012 respectivamente), y el paralelismo entre estos trabajos y el suyo es evidente, además de valorar el carácter cívico que conlleva dicha versión.
Nunca debemos olvidar que se trata de un icono de la narración moderna, publicada por Cervantes en dos partes en 1605 y 1615, la obra se convirtió en lectura obligatoria en las escuelas españolas merced a una ley de 1920, una iniciativa que contó con el apoyo de Unamuno —autor de Vida de don Quijote y Sancho— y con el rechazo de Ortega y Gasset —que se había estrenado como filósofo en 1914 con Meditaciones del Quijote— así que cualquier discusión en torno a las aventuras del hidalgo manchego pone de manifiesto su actualidad y su vigencia cuatrocientos años después.
Mario Vargas Llosa recuerda en su prólogo a la versión de Trapiello la polémica que incendió el París de los años sesenta cuando André Malraux, ministro de Cultura, ordenó limpiar las fachadas de los edificios más famosos de la ciudad, de Notre Dame al Louvre. Una auténtica “herejía” quitar a aquellas piedras una pátina de siglos que terminaron rindiéndose a la operación de rejuvenecimiento en tan hermosos edificios.
Nada partidario se muestra, Alberto Manguel, que considera que «Al simplificar un libro, al quitarle palabras que juzgamos difíciles o anticuadas, lo destruimos».
«Un clásico existe menos por el texto que por el contexto. Un clásico lo es porque está presente en la sociedad, y suele llegar a ella a través de adaptaciones», sostiene el académico, Francisco Rico.
La versión moderna como invitación a la lectura del original es un argumento común a todos los que, especialistas o escritores, alguna vez han acometido la tarea de acercar los clásicos a eso que llaman “gran público”. Para ellos, cualquier camino es bueno si lleva a la cámara del tesoro. El caso es echar a andar. Como se dice en el entremés cervantino de El viejo celoso: “Estas cosas, o yo sé poco, o sé que todo el daño está en probarlas”.

Fotografía de Andrés Trapiello, novelista, poeta (Premio de la Crítica 1993) y ensayista.

Fotografía de Andrés Trapiello, novelista, poeta (Premio de la Crítica 1993) y ensayista.

 

 

 

El autor y la obra
Andrés Trapiello (Manzaneda de Torío, León, 1953) es un experto cervantista, autor, entre otras, del ensayo Las vidas de Miguel de Cervantes (1993), Al morir don Quijote (2004) y El final de Sancho Panza y otras suertes (2014), ha vertido «íntegra y fielmente» la obra de Miguel de Cervantes y el resultado, asegura Mario Vargas Llosa ha «rejuvenecido», «sin dejar de ser ella misma, poniéndose al alcance de muchos lectores a los que el esfuerzo de consultar las eruditas notas a pie de página o los vocabularios antiguos, disuadían de leer la novela de Cervantes de principio a fin».



La nueva versión del Quijote
La nueva edición no reproduce la obra original, ni añade notas a pie de página para aclarar los pasajes que pueden resultar más enrevesados, ya sea por la distancia histórica y las costumbres, ya sea por una cuestión lingüística, o referencias a otras obras, bibliografía tan abundante como compleja en el original, sino que está adaptada al castellano actual. Así empieza, «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, vivía no hace mucho un hidalgo de los de lanza ya olvidada, escudo antiguo, rocín flaco y galgo corredor».
Don Quijote de la Mancha se estructura en dos partes y su originalidad estriba en que es la primera obra genuinamente desmitificadora de la tradición caballeresca y cortés por el tratamiento burlesco que le da, además de iniciar la novela moderna y la polifónica.

 

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