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¡Zas! Madrid | April 27, 2024

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José María Bermúdez de Castro: Atapuerca, el Homo antecesor, los grandes simios y la evolución - ¡Zas! Madrid

José María Bermúdez de Castro: Atapuerca, el Homo antecesor, los grandes simios y la evolución
Pedro Pozas Terrados
El paleontólogo y académico José María Bermúdez de Castro. (Fotografía: Susana Santamaría).

«Decimos que los grandes simios y otras miles de especies están en peligro de extinción, pero nosotros también estamos en esa lista»

José María Bermúdez de Castro es profesor de investigación del CSIC, director del Centro Nacional de Investigaciones sobre Evolución Humana en Burgos, co-vicepresidente de la Fundación de Atapuerca, académico de la RAE, doctor en Biología y profesor de investigación del CSIC, entre otros títulos. Resalta su descubrimiento de una nueva especie de género el Homo antecesor, así como el hallazgo del fósil homínido más antiguo de Europa. Ha publicado cientos de artículos y diversos libros sobre la historia de la humanidad, entre ellos, Un viaje por la prehistoria, que comienza con el estudio de los grandes simios. Ha recibido el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 1997.

Sabemos de la importancia que tienen los yacimientos de Atapuerca y cómo te has implicado en las excavaciones y posteriores investigaciones, hasta el punto de haber descubierto una nueva especie de homínido: el Homo antecesor. ¿Ha sido este tu principal descubrimiento?
Pienso que así es. El hallazgo de los fósiles humanos en el nivel TD6 del yacimiento de la cueva de la Gran Dolina sucedió en 1994, y la nueva especie se publicó en 1997. Desde entonces, hemos tenido que realizar muchas publicaciones científicas hasta que la especie ha sido admitida en nuestra filogenia. Todas esas publicaciones han enriquecido lo que sabíamos sobre la evolución humana en Europa. En conjunto, esta ha sido mi modesta aportación al estudio de nuestra historia evolutiva.

Eres asesor científico del Proyecto Gran Simio, ¿qué te parece nuestro trabajo en defensa de los derechos de los grandes simios?
Pienso que desde el Proyecto Gran Simio se está realizando un trabajo extraordinario en defensa de nuestros «primos hermanos». Los grandes simios están en peligro de extinción por nuestra incontenible ocupación de todos los territorios y nuestro afán por atesorar todos los bienes del planeta. Los hemos tratado como atracciones de feria, experimentamos con ellos, etc., y no caemos en la cuenta de todo lo que podemos aprender sobre nosotros mismos si los observamos desde la lejanía y en sus propios territorios. Así lo han demostrado muchos trabajos científicos, a los que la opinión pública quizá no ha prestado suficiente atención.


«Los grandes simios están en peligro de extinción por nuestra incontenible ocupación de todos los territorios y nuestro afán por atesorar todos los bienes del planeta».


Cuando tomaste posesión como Académico en la RAE por la letra “K” , diste un asombroso discurso que jamás se había escuchado antes en la Real Academia, resaltando la cultura de los chimpancés, destacando el gran parentesco que poseemos los humanos con los chimpancés y bonobos y dando muchos ejemplos de ello. Parecías Darwin dirigiéndose a la Academia Científica. ¿Qué sentiste? ¿Hubo alguna crítica de los asistentes? ¿Hicieron algún comentario que puedas decirme?
Bueno, la verdad es que el discurso cayó bien y recibí felicitaciones por ello; pero no todos se sintieron felices con lo que conté. Me llegaron de manera indirecta las inquietudes de algunos de los presentes en el acto. Tampoco esperaba que el discurso fuera recibido con simpatía por todo el mundo. Desde luego, todo ha mejorado mucho desde el discurso de Darwin en 1858 en la Sociedad Linneana de Londres, pero ya sabes que sigue habiendo bastantes reticencias acerca de la propia evolución o de nuestro parentesco tan cercano con los grandes simios.

Eres un gran escritor y divulgador del trabajo que has realizado, escribiendo para todos los públicos. ¿Cuáles son los próximos proyectos que tienes en mente?
Muchas gracias por lo que piensas de mí. No me considero un gran escritor; ese calificativo debe aplicarse a personas dedicadas en cuerpo y alma al maravilloso arte de dominar cualquier lengua y expresarse con soltura y elegancia. En cuanto a la divulgación, pienso que es una obligación de los científicos explicar los avances de la ciencia. Nuestro salario sale de los impuestos de todos; pero no solo lo hago por eso, sino por la vocación de enseñar. Durante un par de años fui profesor de universidad y descubrí lo importante que es la docencia. En breve se publicará un nuevo libro, que escribí durante el invierno y la primavera, con el apoyo de mi colega y compañero del proyecto Atapuerca, Eudald Carbonell. El libro relata precisamente todas las situaciones, circunstancias, momentos especiales, etc., que tuvieron lugar desde el hallazgo de los fósiles del Homo antecessor hasta su aceptación definitiva por la comunidad científica y la determinación del lugar que ocupa esta especie en nuestra evolución.


«Es una obligación de los científicos explicar los avances de la ciencia».


¿Qué supone ocupar un sillón en la Real Academia Española para un científico de ciencias?
Es muy emocionante tener la posibilidad de revisar muchos de los términos científicos que están presentes en el Diccionario de la Lengua Española (DLE). Ya sabes que la sociedad española nunca ha apostado de manera decidida por la ciencia. Eso se nota, y mucho, en el DLE, donde faltan muchos de los términos científicos que ya utilizamos con cierta frecuencia. Además, las acepciones de muchos de esos términos necesitan revisión, porque la ciencia avanza de manera exponencial. No me aburro, te lo aseguro. Pienso que debería haber más académicos procedentes de diferentes ramas de la ciencia, porque el trabajo es interminable.

Nada más conocer los objetivos del Proyecto Gran Simio, te uniste en la defensa de sus derechos y has apoyado la Ley de Grandes Simios que desde hace más de dos décadas llevamos luchando para que se legisle. Ahora parece que tenemos una oportunidad. ¿Qué opinas sobre la ley como asesor científico de nuestra organización y como científico?
Pienso que algún día la ley saldrá adelante, aunque parece que siempre hay cosas más importantes en la agenda de quienes se ocupan de legislar. Además, la aprobación de las leyes lleva mucho tiempo y los políticos cambian con mucha frecuencia. El otro día escuché a una periodista en una de esas tertulias tan interesantes sobre actualidad, afirmando que los políticos son «material fungible». Es una expresión muy acertada. Si algún político o partido político está convencido de alguna ley, como la que propone el Proyecto Gran Simio, es muy difícil que prospere por la fecha de caducidad política de quienes se proponen sacar adelante los proyectos de estado.


«La sociedad española nunca ha apostado de manera decidida por la ciencia».


Los grandes simios están incluidos dentro de nuestra propia familia de homínidos. Para referirnos a ellos, ¿cuál sería la mejor manera: grandes simios o homínidos no humanos?
La segunda expresión, homínidos no humanos, es una manera muy explícita de tratar de convencer a los escépticos de la importancia de los grandes simios. El término «humano» lo inventamos precisamente para distanciarnos de ellos. Damos a este término unas connotaciones muy particulares, para expresar que nuestra inteligencia es muy superior y somos capaces de tener eso que denominamos «humanidad», con sentimientos supuestamente elevados de compasión, tristeza, y otros. Todo esto es un artificio, porque, como bien sabes, los grandes simios también son compasivos, se entristecen ante la pérdida de un ser querido, etc. En realidad, todos somos primates, tal y como nos calificó Linneo en el siglo XVIII y no deberíamos tener que recurrir a expresiones forzadas. Compartimos tanto con los grandes simios, que podríamos calificarlos de humanos, si así nos apetece.

José María Bermúdez de Castro y Pedro Pozas Terrados.

Recientemente se ha descubierto un nuevo simio fósil de 8,7 millones de años de antigüedad en Türkiye, que podría desafiar la historia del origen humano ya que aumenta la teoría de que los antepasados de los simios y humanos evolucionaron en Europa antes de migrar a África. ¿Qué opinión tienes al respecto?
Nos queda mucho por descubrir porque las evidencias fósiles sobre nuestro origen común con los chimpancés y bonobos es extremadamente pobre. Es por ello que cualquier fósil puede aportar su pequeño grano de arena para determinar nuestra procedencia. Pienso que la hipótesis de un origen africano es muy sólida, puesto que chimpancés y bonobos no se han movido del continente africano durante toda su evolución y estamos íntimamente ligados a ellos por un ancestro común. Sería extraño que su origen también estuviera fuera de los confines de lo que hoy en día hemos dado en denominar África.

Proyecto Gran Simio en España, además de luchar por una ley que ampare los derechos de los grandes simios, ha solicitado a la UNESCO que sean considerados patrimonio vivos de la humanidad y a la ONU que haya una declaración universal de sus derechos básicos. ¿Qué te parece estas peticiones a favor de nuestros hermanos evolutivos?
Me parece una petición muy razonable. Nuestra similitud genética con los grandes simios es enorme y son el espejo que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos como especie. Así que la protección de los grandes simios debería ser una prioridad.

Nuestra organización trabaja para que se protejan las poblaciones de grandes simios en libertad y en contra de los que hoy se encuentran cautivos perdiendo su cultura y su entidad como especie. ¿Qué te parecen estos objetivos?
Ya lo dije antes. Los grandes simios deben ser observados y estudiados desde la distancia, en sus territorios. No en cautividad, donde pierden buena parte de su esencia. No son una atracción de feria, sino seres vivos a los que deberíamos respetar. Y más aún si cabe sabiendo su estrecho parentesco con nosotros. La única especie que queda de nuestra filogenia somos nosotros mismos. Nuestra propia existencia depende de lo que conozcamos acerca de nuestro genoma. Los grandes simios son una referencia obligada en ese cometido.

En Argentina se ha declarado “persona no humana” por sentencia judicial a la orangután Sandra y a la chimpancé Cecilia y, de inmediato, han sido trasladadas de los zoos donde se encontraban a sendos santuarios donde ahora pueden disfrutar de una vida mucho mejor. En estas sentencias, Proyecto Gran Simio ha tenido un papel muy importante. ¿Crees que deberían ser ejemplo para el fin de la cautividad y negocio de los homínidos no humanos?
Por descontado; espero que esas sentencias sirvan de ejemplo y seamos capaces de comprender la importancia de los grandes simios. Es una gran noticia que algunos jueces tengan esa sensibilidad, de la que carece la inmensa mayoría de los que nos llamamos «humanos».

Volviendo a su discurso de la RAE donde los chimpancés y bonobos tuvieron un gran protagonismo y siendo un acto de tanta relevancia ¿por qué los medios de comunicación nacionales no dieron eco a sus palabras y su gran mensaje de semejanza con ellos?
Pues creo que por la misma razón que no se difunden en los medios los logros del Proyecto Gran Simio con la atención mediática que merecen. Los medios de comunicación también son un negocio, del que viven muchas personas. Las noticias deben ser muy impactantes para que las consumamos y cada día hay que vender algo nuevo. La noticia de que compartimos un porcentaje muy elevado de nuestro genoma con los grandes simios ya fue noticia en su día. La consumimos y se terminó la historia. Ahora hay otras cosas que demandan nuestra atención.

Aunque profesionalmente ya estés jubilado ¿vas a seguir con las excavaciones en Atapuerca y en otros lugares para seguir desentrañando la historia de la humanidad?
Seguiré un año más codirigiendo las excavaciones en Atapuerca, simplemente por la estrategia que supone el traspaso de obligaciones. El inicio del proyecto será así más digerible para quienes lo llevarán los próximos años. Es un programa de investigación muy complejo y la transición se está haciendo con tranquilidad y sensatez. Quizá pueda realizar algún que otro viaje para seguir estudiando fósiles humanos, pero desde luego no para excavar en otros lugares. Mi tiempo ya pasó y mi trabajo puede ser ayudar o aconsejar a quien me necesite de algún modo.

Me gustaría que expresaras tu mayor deseo.
Mi mayor deseo es que la humanidad siga adelante con su evolución. Por lo que estamos viendo, las dificultades serán muchas en los próximos años. Decimos que los grandes simios y otras miles —quizá millones— de especies están en peligro de extinción, pero nosotros también estamos en esa lista. Somos la última especie de una genealogía, que fue rica y diversa en el pasado. Ahora solo quedamos nosotros. Puesto que somos 8.000 millones de seres humanos en el planeta tenemos la falsa impresión de ser inmortales como sociedad. Sin embargo, nuestra debilidad es muy obvia. La ciencia y la tecnología nos han llevado muy lejos, pero esa misma adaptación puede ser nuestra propia perdición. Tan solo hace falta que alguien dé un paso en falso con el armamento nuclear. Tampoco es necesario recurrir a ese tópico, puesto que estamos arrasando el planeta con nuestra codicia y la necesidad imperiosa de sobrevivir. Si nuestra especie desaparece, la vida se abriría paso y otras especies seguirán habitando este planeta hasta que nuestra fuente de energía se termine dentro de cientos de millones de años.

Por último quisiera que dieras un mensaje a los políticos y a la sociedad en general sobre la necesidad de proteger a las poblaciones de homínidos no humanos y para que dejen de ser explotados económicamente.
Los políticos son un fiel reflejo de la sociedad a la que pertenecen. Es por ello que solo una sociedad bien formada puede producir políticos con la suficiente sabiduría para comprender la imperiosa necesidad de respetar a todas las especies en sus entornos. En las últimas décadas se han dado en España pasos adelante con la creación de espacios protegidos, o de leyes que defienden a las especies con mayor peligro de desaparición. Es cuestión de insistir con paciencia para concienciar cada vez con más fuerza a toda la sociedad, hasta que algún político con sensibilidad y sin miedos resuelva este problema sin temor a perder unas elecciones. La mala noticia es que en muchos países prevalece el interés económico por encima de cualquier otra consideración. Nosotros, un país desarrollado, no queremos ver esos problemas y, de alguna manera, también somos cómplices de los abusos que suceden en esos otros lugares. El problema es universal y la respuesta debe ser universal.


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